Para establecer el nuevo
reino de la luz, los Templarios también tenían previsto utilizar medios
mágicos. El rol principal recaía sobre la Magna Figura con sus
dos piedras mágicas.
Todo se basa en el
inconsciente Poder de Dios que yace en los hombres y mujeres (ILU). Por lo
tanto en esta piedra, se concentraba la fuerza de la vibración femenina, por lo
que se requería a la vez una piedra con la fuerza de vibración masculina. A
través de su unión la luz divina del Sol Mágico (Sol Negro – Ilum) sería traída
y esparcida a través de la tierra.
La Primera Piedra: la ILUA negro-violeta, entragada
por Isais. Tiene el poder femenino de la Luz.
La Segunda Piedra: El
Cristal GARIL, herencia de Nabucodonosor. Tiene el poder masculino de la luz.